UNA SOLUCIÓN PARA CADA TIPO DE HUMEDAD

La solución a los problemas de humedad pasa por atajar la causa que los produce. En el post de hoy os explicaremos cómo combatir la humedad dependiendo de su origen.

En las humedades por filtración hay que establecer una barrera para evitar que el agua penetre en el interior de las viviendas. Cuando los muros de los habitáculos no son estancos y el agua del exterior consigue penetrar a través de los mismos aparece humedad en su interior. En viviendas aisladas la humedad por filtración de agua se produce cuando los niveles del terreno en un lado y otro del muro son diferentes. Así el  agua retenida en el terreno que queda fuera de la casa moja la pared. Este humedad atraviesa el muro manifestándose en la parte interna de la pared.

Es importante que las fachadas tengan un buen revestimiento (mortero monocapa o de cal, pinturas impermeabilizantes, etc...) y que éste no presente grietas ni fisuras; de ser así, hay que sellarlas con un producto elástico y transpirable especial para exterior. A veces las filtraciones se producen sólo en la parte inferior de las fachadas, por acumulación de agua en el suelo. Si es así, puede colocarse un zócalo de piedra convenientemente tratado, de aproximadamente un metro de altura, para establecer una barrera más eficaz. (SI DESEAS AMPLIAR INFORMACIÓN SOBRE ESTE TIPO DE HUMEDADES LEE NUESTRO PRÓXIMO ARTÍCULO “HUMEDADES POR FILTRACIÓN”)

Lo primero de todo para solucionar la humedad por condensación es conocer cómo y donde se produce. La mayoría de humedades por condensación aparecen en lugares de la casa con ventilación escasa y en zonas con una humedad relativa muy alta como en la cocina y el baño. El uso de estufas de butano, secar la ropa en el interior de la casa y gran cantidad de personas en la vivienda hacen que la humedad aumente considerablemente. Cuando alguno de estos factores hace aumentar el nivel de humedad y la temperatura de las paredes o cristales están por debajo del punto de rocío (es la temperatura en la que la humedad empieza a condensar) aparece la condensación. Síntomas muy evidentes de que la casa sufre problemas de condensación es la erosión de la pintura de las paredes, cristales empañados y paredes humedecidas.

Para prevenir la condensación tenemos que intentar eliminar la humedad, esto implica hacer descender el porcentaje de vapor de agua del aire, lo haremos por medio de ventilación forzada en baños y cocina con extractores, y en las demás habitaciones con ventilación, a ser posible generando corriente de aire abriendo varias ventanas. Evitar la formación de puentes térmicos (zonas en las que se transmite a través de los materiales la temperatura exterior hacia el interior), en ventanas y paredes con un correcto aislamiento y buen uso de los materiales constructivos. Usar siempre que se pueda sistemas de calefacción que no generen humedad y abrir las persianas para que la luz solar entre en la vivienda. El uso de productos antihumedad también es recomendable ya que ayudan a controlar el nivel de humedad en casa.

Recuerda que la condensación, además de no ser estética, es el inicio de mayores problemas como la formación del moho y desperfectos en materiales (pintura, maderas, oxido…). Si tienes algún problema de condensación en casa intenta solucionarlo antes de que la situación empeore, es más sencillo y económico.

Las humedades producidas por capilaridad requieren un trabajo más complejo que los dos casos anteriores. Una vez detectadas, es necesario establecer una barrera que evite que el agua siga ascendiendo desde el subsuelo.

La solución a las humedades de capilaridad en paredes o muros, se puede obtener mediante los dos métodos que la mayoría conocéis, las inyecciones y la electroósmosis inalámbrica.

Para los muros bajo tierra las inyecciones se disparan de precio. Tampoco sirve la electroósmosis si hay entrada física de agua, si hay filtración. La electroósmosis es muy efectiva contra la capilaridad, pero nada puede hacer contra el agua.

Su sistema completamente inocuo, es útil contra la molécula de agua, que es lo que se ha incorporado a tus muros mediante el sistema capilar de las paredes, pero nada puede contra la entrada a presión. Ese es su límite.

Este sistema de electroósmosis será tratado más extensamente en un próximo blog.

Los sistemas de inyecciones contra la humedad de capilaridad en paredes, son efectivos también, pero debido a su propia forma de aplicar el producto, son más propensos a generar errores de aplicación. En muros bajo tierra, no son útiles y normalmente son más caros que los sistemas inalámbricos de electroósmosis. la inyección de productos endurecedores. Para ello se taladra la pared a intervalos de unos 40 centímetros, a unos 60 cm del suelo y a lo largo de la pared afectada. Después se colocan en los agujeros una especie de embudos llamados tolvas, y en ellos se deposita el producto impermeabilizante, rellenando las tolvas constantemente hasta saturar la pared. Éste es el sistema más económico y lo puede hacer uno mismo, aunque también conlleva bastante trabajo.

Una vez realizado el tratamiento que hayamos elegido y conseguir evitar la entrada de agua proveniente del terreno, el muro se seca de forma natural, por evaporación.

Es por este proceso natural, por el cual aparecen también las sales en superficie. Sea cual sea el sistema empleado, hay que contar con un neutralizado de las sales que migran desde el terreno.

El no corregir este problema, implica complicaciones en la etapa de la rehabilitación, debido a la efloración de los cristales de sal, que estaba a pocas décimas de la superficie, y con el contacto del agua de la pintura o de cualquier tipo de revoco, van a expandirse y causarán más o menos daño en el nuevo acabado.

MANCHAS, MOHOS Y DESPRENDIMIENTOS DE PINTURA

Una vez eliminadas las causas de la humedad, llega el siguiente paso: reparar las paredes, techos y suelos. Seguramente tendremos que enfrentarnos a manchas de humedad, eflorescencias de moho y zonas donde la pintura se “pela”.

 Para solucionarlo en primer lugar, rascaremos la pared con una espátula a la que le hayamos limado las esquinas (para evitar los rayones) para retirar la pintura que se desprenda. Los mohos y hongos hay que frotarlos con cepillo de raíz y un producto fungicida; se venden en centros de bricolaje y almacenes de pinturas. Y si la pared está húmeda, es necesario secarla antes de pintar; puede dejarse así hasta que se seque o forzar el secado con una estufa.

Una vez seca y lista, rellenaremos las faltas de pintura con pasta tapagrietas y lijaremos para igualar. Es el momento de aplicar un producto fijador o una selladora para favorecer el agarre de la pintura definitiva. Para pintar, utilizaremos una pintura especial gelificante antimanchas, más espesa de lo normal y que cubre a la perfección todos los defectos. También podemos añadir un poco de fungicida a la pintura para reforzar su efecto protector ante los mohos.

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